“¡Ay del temerario que quiere saber lo que debiera ignorar y emprender lo que supera su poder!”
Esta vez me gustaría escribir sobre un cuento largo escrito en el siglo XVIII, que se aparta del gótico tradicional y se ubica en lejanas tierras de oriente, es una obra poco difundida incluso entre los amantes del género de terror, y que sólo he visto en castellano en un par de editoriales, pero dejémonos de tonterías y entremos en materia.
Escrita originalmente en francés Vathek (1786) es considerada una obra legendaria dentro de la literatura de terror, ya que además de insertarse dentro de la tradición maravillosa, agrega el exotismo oriental y lo condimenta con un sentido del humor demasiado osado. Su escritor William Beckford era uno de los más ricos aristócratas ingleses del siglo XIX, sin embargo era rechazado por la sociedad por ciertas indiscreciones, así que después de viajar durante años por toda Europa, él mismo se exilia y convierte su casa en una fortaleza (Fonthill Abbey) donde plácidamente se da a la tarea de escribir sus obras.
De tono antiguo y exótico, la historia del califa es cautivadora por su extravagancia oriental, y al mismo tiempo fantástica por su magnificencia (como los mismos palacios de los cinco sentidos de Alkorremi) nos cuenta acerca de la visita de un raro extranjero al palacio del califa. El extraño hombre obsequia a Vathek con regalos preciosos entre ellos unas cimitarras que llevan escrito algo incomprensible; entonces el califa encuentra a alguien que puede descifrar las escrituras pero esto no resultará alentador del todo. La suerte de Vathek ya está echada.
La aparición del “extranjero” marcará el destino del califa, que aún contando con la ayuda de su astuta madre Carathis no logrará alejarse del acuciante peligro que lo rodea; pues el extranjero no es más que el demonio que tienta al califa haciéndolo renunciar a su fe, a cambio de las riquezas del Palacio del Fuego Subterráneo, pero todo eso tiene un precio: la sangre de los niños de su corte.
Beckford logra con un estilo fascinante describirnos con esplendor las riquezas del Palacio de Fuego, pero también crea alrededor de él un hartazgo que se va intensificando hasta convertirse en el auténtico retrato de la desesperanza. Borges en su ensayo “Sobre el “Vathek” de William Beckford”, nos dice que el relato se convierte poco a poco en la descripción más lograda del infierno después de La divina comedia de Dante, argumentando que con Dante el infierno es un lugar en el que ocurren cosas atroces, mientras que en Vathek sin lugar a dudas el infierno es el espacio cruel.
Bibliografía: WILLIAM BECKFORD, Vathek (Cuento árabe). Barcelona: Torre de viento, 2001.
También puedes leer Vathek on line en inglés en la siguiente dirección:
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